Mientras un científico investigaba los restos carbonizados de Notre-Dame, descubrió un secreto inquietante

En abril del 2019 el mundo vió con horror uno de los edificios más icónicos de Europa envuelto en llamas, dejando poco más que una ruina carbonizada y rota. Pero mientras los expertos avanzan rápido en la renovación de Los Arcos góticos y las vigas de Notre-Dame de París, en medio de las pilas de cenizas y escombros de la Catedral, un científico hizo un inquietante descubrimiento.

Para poder entender la gravedad de la situación, recapitulemos en los horrorizantes eventos del año pasado. La primera señal de que algo andaba mal se produjo en la tarde del 15 de abril del 2019, cuando una alarma dió señales al personal de que había un fuego en algún lugar de la famosa catedral. Luego de evacuar el edificio, se apresuraron a apagar el incendio – sólo para descubrir que no estaban en el lugar correcto. Y cuando finalmente llegaron al lugar correcto, desafortunadamente ya estaba envuelto en llamas.

Para los encargados de cuidar la catedral era un desastre que habían temido por mucho tiempo. Partes de la vasta estructura databa del siglo 12, así que el precario estado de esta estructura de piedra la hacian bastante bastante vulnerable. Y en el ático y la torre, las vigas de Roble del siglo 18 se habían secado, lo que representaba un preocupante riesgo de incendio

En realidad para abril del 2019 Notre-Dame estaba siendo monitoreada por autoridades contra incendios varias veces al día. Tristemente, sin embargo, esto no impidió que se produjera un incendio, probablemente como resultado de un problema eléctrico. Durante más de 3 horas, los parisinos observaron conmocionados como las llamas arrasaban el techo de la histórica catedral.

Durante el siniestro, cientos de bomberos trabajaron sin descanso para extinguir las llamas. Y mientras tanto los servicios de emergencia formaron una cadena humana para remover valiosos artefactos de aquel infierno aterrorizante. Para el momento en que el fuego fue sofocado sin embargo, el edificio era apenas una sombra de lo que fue.